El barranco se lleva una de las curvas de la carretera que llega a Port Aine.
Lo
habían arreglado de lujo, pero las abundantes lluvias han hecho que bajara con tanta fuerza el agua que arrastrara cantidades de piedras y
demás. En la foto se ve una malla sujetando toneladas de escombros (y creo que eso lo van a dejar tal cual; mi
opinión es que
algún día llegara a ceder y
caerá para abajo; ese
día espero que no pase nadie).
Y como
anécdota:
Con los pies chorreando y llenos de barro, se dispone a saltar un hilo de agua, lo hace justo en la punta donde es mas estrecho y al saltar deja
atrás la chancla, al darse cuenta, esta ya estaba bajando por la pequeña cascada,
quedandose en el remolino de abajo, pero sin poder llegar a alcanzarla.
Conclusión: se va caminando descalzo, mañana si esta, ya la recuperara, y si no a comprar otras.
Para quitar el disgusto de la perdida, nos vamos a tomar algo en el chiringuito de
Gerri de la sal, donde se esta en el
paraíso.