lunes, 5 de julio de 2010

escondida

Hoy decidimos ir a pasear por el río, y claro es que cuando veo agua me tengo que meter (aunque sea un charco), en eso que me desvisto y comienzo a notar el agua fría del río en los pies, yo que aunque me gusta el agua, los bichos me horrorizan, soy muy prudente y siempre miro a través del agua, en el fondo; pues menos mal, una larga serpiente se esconde entre las piedras y casi le pongo el pie encima, salgo pitando del agua, menudo susto. Por esta vez no me baño, con mojarme la cara tengo bastante. Seguro que mañana no me acuerdo (seguro que algún escalofrío me entrara al pensarlo) y me volveré a meter en el agua. Creo que me puede mas el agua que el miedo a cualquier animal acuático, aunque siempre con precaución y si hay alguien a mi lado mejor, por si acaso.

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