tormentas de verano

Me gustan las tormentas de verano, hace calor, de repente empieza a correr una suave brisa y comienzan a caer gotas de agua frías, que al contacto de la piel, te hace un escalofrío. A lo lejos ves desteyos de luz, son rayos, ramificaciones de luz, como venas del cielo. Acto seguido el sonido del trueno hace retumbar los cristales, es un sonido seco y duradero. Cada vez los rayos son mas y los truenos mas seguidos y ruidosos, la tormenta ya esta encima, cuando estaba lejos podías estar fuera, refrescandote con la lluvia y disfrutando del momento, pero ahora solo la puedes ver a través de la ventana. El viento trae las gotas de agua hacia el cristal y ellas se agarran a él, pero acaban deslizándose para abajo sin poder evitarlo.
Enseguida todo acaba, ves como se va yendo para otro lugar, el ruido se va alejando, la lluvia va parando, las nubes van arrastrándose por el cielo. Abres la ventana y lo que ha dejado es un fresco aroma a suelo mojado, aspiras profundamente y te alimentas de ese olor tan característico y purificador, ese frescor en el ambiente y esa sensación a libertad. El cielo despejado y los pájaros cantando de nuevo. Por eso me gustan las tormentas de verano.
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