miércoles, 7 de abril de 2010

unas fiestas normales

Por fin una semana santa, desde hace cinco años, que estoy tranquila, sin trabajar, unas fiestas como la mayoría de la gente; aunque me encuentro muchos compañeros de faena, y se hace agradable poder hablar con ellos. Se hecha un poco de menos el ajetreo que llevábamos esos días, pero que bueno el estar en casa y ver gente de vacaciones, como yo.

Trabajar cuando la otra gente tiene fiesta es complicado, estar a su servicio como criados es duro, tienes que estar muy mentalizado y si llevas mucho tiempo, quema. Lo bueno es ir haciéndolo por temporadas. Aunque cuando ellos trabajan tu tienes fiesta, y eso son muchos días.



Cambiando de cosa, pero no de tema: es muy pesado que los días de fiestas haiga tanta gente por el pueblo, con lo tranquilo que es habitualmente; la gente cuando viene arrasa el pueblo pensándose que es suyo y que pueden hacer lo que quieran y nosotros los de aquí, estemos a su servicio. Lo peor es que después de que la gente se vaya, Sort muere, todo cerrado, hasta el ultimo bar (no se puede ni hacer un simple café), (ni comprar una cajetilla de cigarros). Es injusto que se tenga que dar todo al cien por cien y luego se quede como un pueblo fantasma una vez que los turistas se van, que aquí también vive gente todo el año.

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