Empezamos mirando la ruta que vamos hacer
a lo largo del camino observamos que tenemos bastante compañía (por el montón de pisadas que encontramos)
caminamos bastante, cansa un poco, se camina bien aunque tienes que levantar un poco mas de la cuenta los pies, me doy cuenta que si voy por las pisadas ya marcadas cuesta menos, aunque subir todo el rato es duro, lo mas fácil y divertido es la bajada
las raquetas se fijan bien al pie, luego tienen tres posiciones: una es la fija, para las bajadas; la otra se suelta el talón, para poder caminar normal; y la otra es con un tacón, para las subidas.
Paramos a comer en medio del bosque, sentados en un árbol tumbado y por fin acabamos la excursión, como no, haciendo un angelito
y varios mas bajando del refugio "gall fer" al final del camino, que susto si nos los encontramos por el bosque perdido, ya íbamos sintiendo ruidos y contemplando la esplendida naturaleza, pero nos sale esto y vaya si corremos.
En fin toda una experiencia que hay que vivirla.
El camino se hace camino al andar.
El camino se hace camino al andar.
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